lunes, 10 de enero de 2011

Oracion de los Policias

Cuando veles por el sueño de los demás y les cubras con el manto de tu
guardia;
Cuando el eco de tus pasos en la noche, represente la paz en cada esquina, bajo el sereno control de tu mirada;
Cuando el frío y el sol muerdan tu piel, sin que se mueva un músculo de tu cara;
Cuando el miedo penetre en tus entrañas y se encuentre cara a cara con tu fe, sea esta cual sea;
Cuando tengas la humildad de los valientes, para ordenar hacer lo que
más cueste y las personas te sigan por ti mismo (a), aunque vayas incluso hacia la muerte;
Cuando impongas respeto y disciplina, con tu sola presencia ante quien sea;
Cuando nadie juzgue tu conducta, porque no des lugar para que lo hagan,
y el código de honor que guíe tus actos, marque el norte vital de tu existencia;
Cuando la mirada del hermano (a) de otra raza, del pobre o del adicto no encuentren en tus ojos recelos ni reproches;
Cuando en ese amanecer en que la noche se ha llevado a un compañero (a)
mires al Cielo agradecido a Dios por ver de nuevo el día,
que en el llanto de huérfanos y viudas encuentres para luchar tu luz y guía;
Cuando el surco caliente de una bala, rompa el espejo negro del silencio
Cuando florezca un clavel ensangrentado en tu pecho o en el del compañero (a) y eleves al Señor una plegaria, sin rencor, ni queja, ni lamento;
Cuando debas tirar y tu disparo sea sin odio y a la vez certero;
Cuando aceptes morir solo (a) en la calle, teniendo como mortaja el firmamento y aspires a formar junto a los otros (as), que hacen guardia entre los luceros;
Cuando seas imparcial contigo mismo, sin creerte poseedor de las verdades;
Cuando puedas reprimir impulsos propios, desechando egoísmo, envidia y vanidades y logres irradiar, sin falsas poses, esa hombría de bien con que se nace;
Cuando estés consciente totalmente de tu hermosa misión en esta tierra;
Cuando no te encandilen los honores, ni el poder se te suba a la cabeza
y el dinero no pueda doblegarte, ni ponerle precio a tu decencia;
Cuando eso consigas con tu esfuerzo, recién entonces habrá llegado el día
en que puedas gritarle al universo, por la Gracia de Dios…soy POLICÍA.

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